… Hoy me he levantado fatal. No tengo ganas ni de mirarme al espejo. ¡ Qué horrooooor! No, no me gustoooo. Voy a tomarme un cafetito haber si me aclaro. Es lo mejor para ponerte en forma, echarle cafeína al cuerpo. Y calentita. Ja,ja,…. Vamos a ver, piensa. Tengo que ir a cenar con Javier, antes he quedado con Merche para que le ayude a comprarse el vestidito de marra y….¿ Porqué me meteré yo en estos berenjenales ¿…. ¡ No seas mala Raquel… no pagues tu mala leche con la chiquilla ¡ Qué rico me sale el café; ya me está calentando la barriga. ¡ La barriga! ¡ Jo, si me veo hasta gorda, qué asco! Venga, venga, no seas neurótica si no llegas a los 55 kilitos, tienes unos ojos bonito – ¡ al menos eso me dicen !- y un cuerpecillo que no está nada mal para la edad que tengo… ¡ La edad ¡ Soy una vieja, fea y con estos pelos!!!!! .¡¡¡Qué asco!!!
El agua tibia empezó a humedecer el cuerpo de Raquel resbalando infinidad de gotas acariciadoras sobre una piel objetivamente tersa y suave. Echó la cabeza hacia atrás mientras se dejaba tocar cara , cuello y cuerpo por el reconfortante manantial. Conforme el vaho inundaba el baño más se aclaraba la mente de ella. Aquello era paz, los músculos volvían a su sitio y sus manos frotaban lánguidamente su anatomía.
El contacto de la mullida toalla sobre su espalda terminó de convertirla en una mujer nueva. Hasta sonreía y parecía ver una claridad diferente en sus lúgubres pensamientos anteriores. Se colocó una toalla más pequeña sobre la fina melena trigueña a modo de turbante y abrochándose el albornoz salió hacia el dormitorio firme y decidida. Lo veía todo claro. ¿ Cómo no lo había pensado antes? Se tiró sobre la cama juguetona como una niña y tomó el teléfono mientras jugaba con los pies.
Si… Jose ¿
¿ Quién eres?
… Raquel!!!
¡ Ah, Raquel… qué pasa preciosa!
Déjate de zalamería que nos conocemos… Necesito urgentemente que me coja Patry.
Uhhmm…. Dificilillo, estamos hasta los topes, niña!
Por favor, por favor…. ¡ Me va la vida en ello ¡
Pero, ¿ qué te pasa ¿
Que estoy horrorosa, hecha un adefesio y tengo un día de película .
Vamos a ver…. ¿ Está bien sobre las dos?
Perfecto….¡ Eres un cielo!
Marcaban las dos en punto de la tarde cuando Raquel empujaba el cristal de la puerta de Patrizia Robel. Estilistas. La figura underground de Jose , con su vikinga melena sobre la espalda, la recibió con su sonrisa eterna y sus ojos brillantes.
Cada día más joven y más guapa…- le dijo mientras la besaba amistosamente.
¡ Déjate de tonterías y llama a tu mujer que estoy al borde de una ataque de nervios !
Patry la abrazó por la espalda dulcemente haciéndola girar. La estudió detenidamente y clavando sus dulces ojos en los de ella, ordenó
Nada de quejas, que pareces tonta. Vente para acá y siéntate en esa butaca.
Situándola frente al espejo volvió a mirarla desde las dos perspectivas que se le ofrecía, mientras que con los dedos hacía revolotear la melena y levantaba con suavidad su mentón.
¿ Tu confías en mi…? Pues te voy a cambiar totalmente. Somos especialistas en cortes y tratamientos de color y de hidratación para la caída del cabello…
…¡ Para, para… no me vendas la moto y hazme lo que quiera.
Pues nada mejor que un nuevo corte del cabello y darle luminosidad al mismo para empezar a elaborar una nueva mujer, una nueva personalidad sin perder la propia. Y si a ello le añadimos un cambio en el color del mismo con unos tintes de calidad y adecuados acompañados de un buen tratamiento del color y de hidratación para evitar su caída, mejor que mejor. Para ello no hay que ir más lejos, en Patrizia Robel encontrarás todo en calidad e innovación. Una vez desarrollada esta ardua e intensa operación queda la culminación de la obra. Darle la forma externa idónea e ideal.
Para ello, Patry tira de su experiencia y constante formación en diseño, estilo y moda. Su largo curriculo profesional y su constante labor formadora así lo pone de testigo.
Cuando Raquel se despidió parecía bañada en agua santa. Se sentía limpia y distinta por dentro y fuera… Y guapa, guapísima y más joven. No se veía ninguna arruga en su piel, su maquillaje era perfecto para sus formas y hacía destacar sus facciones . Y el pelo cortado por delante y sobre la nuca de forma un tanto asimétrica, desigual, distinto al clásico que lucía hasta ahora, le hacía sentir libre y renovada, ¡ Y el color ! El color trigueño de antes se había tornado en un rubio suave y natural y el cabello que parecía duro y espeso volaba sobre su cabeza a su antojo.
No podía evitar mirarse por cada escaparate por los que pasaba. Se miraba y miraba y más radiante se sentía. Se encontraba como otra, más guapa, más joven, simplemente distinta. Su autoestima estaba por las nubes. No hacía más de cinco horas se sentía fea y vieja como pesada y sucia. Ahora, mientras se miraba en todos los escaparates que se encontraba por la desértica ciudad a esas horas de la tarde, una amplia y coqueta sonrisa dibujaba su bello rostro. Y todo gracias a PATRIZIA ROBEL. Estilista.